martes, 20 de mayo de 2014

En primer lugar quiero pedir disculpas a todos los que me habéis estado siguiendo por el abandono de estos meses.
Cumplido el primer año de Las 3 y diez y hecho balance, no podía haber imaginado hasta donde iba a llegar mi pequeño proyecto, que ha superado mis expectativas.
En contra: la falta de tiempo para otra cosa que no sea buscar ferias, hacer camisetas y salir a los mercados, es lo que peor llevo, la falta de tiempo para hacer todas las cosas como me gustaría.
A favor: ver un sueño hecho realidad. Tener mi propio negocio que va creciendo poco a poco, descubrir que estos diseños a los que voy dando forma con mis propias manos, llenan de ilusión a muchos niños (y a muchos padres).
En fin, que tengo poco tiempo para escribir, fotografíar etc, y tengo no solo el blog bastante abandonado, si no también la página web, que debo actualizar. Si queréis estar al tanto de las novedades, en facebook voy colgando cositas casi a diario, pequeñas entradas que casi siempre cuelgo desde la tablet cuando me he ido a la cama, como estoy haciendo ahora mismo.
No va a ser fácil que en las próximas semanas pueda volver a escribir, según nos adentramos en la temporada de ferias se hace más complicado y ya tengo el calendario casi completo hasta octubre.
Decir que el inicio de esta campaña desde abril, ha sido mejor de lo que esperaba. Que volver a los primeros lugares en los que empecé el pasado año ha resultado muy gratificante, pues he descubierto que ya tengo una clientela fiel que viene buscando camisetas nuevas para los peques que van creciendo y necesitan tallas mayores.
Todo a pequeña escala, que estamos hablando de artesanía, pero poquito a poco ya tengo mi taller, mi Bernina y furgo para poder viajar, meter muchas camisetas y dormir en ella.
¿Cuantas camisetas he hecho en un año? Pues algún día tendré que contarlas. Hace unos meses iban por unas mil, ahora no lo sé, pero os aseguro que todas ellas están hechas con el mismo cariño y el mismo esmero que la primera que hice, sólo que aún más perfectas gracias a la práctica.
El capítulo que no se debe de repetir, el de mi enfermedad, así que me obligo a no estresarme y a tomarme las cosas con calma, y si en un momento determinado tengo que parar y anular ferias por qué tengo que reponer material para llevar todo el género que yo considero que necesito, pués lo hago.
Y luego, cada feria es un mundo, lleno de experiencias diferentes.
Bueno, se va haciendo hora de irse a dormir. Intentaré no dejar este diario al que le tengo tanto cariño, abandonado demasiado tiempo, pero tiempo es precisamente lo que me falta.
Y mañana, alguna foto.
I promise.