lunes, 23 de febrero de 2015

Viajando

Una de las cosas que mas me gusta de hacer ferias es la posibilidad de viajar a sitios nuevos cada semana, de encontrar pequeñas sorpresas detrás de cada esquina de nuestra geografía.
Tanto es así que aunque este año no pudimos tener unos días de vacaciones ya que estábamos en plena efervescencia ferial, no lo echamos mucho de menos. Si eché de menos unos días de descanso, pero ya se sabe, hay que aprovechar el verano que luego llegan las vacas flacas.
Así que este año por primera vez en muchos muchísimos no he visto el mar.
Pasamos por Tamarite, en una feria llena de obstáculos que no tengo ganas de mencionar. Decir sólo que podía haber sido mejor y que se quedó solo en mediocre.
La semana siguiente nos fuimos hasta Puente de Montañana, ya sabíamos que no iba a ser una buena feria, pero nos apetecía conocer el entorno y su bonito puente colgante. La verdad es que nos trataron muy bien. 
Como nos habían recomendado nos acercamos hasta Montañana, un pequeño pueblecito medieval que esta en reconstrucción y que nos encantó por lo precioso del paraje y por su sencillez y autenticidad.
Es de esos viajes que aunque no vendas gran cosa no te arrepientes de hacer y este año repetiremos en Arén, que está algo mas arriba y también llevo años queriendo visitar esa zona.
Otra sorpresa nos la dio Fonz con su feria renacentista muy acorde a la arquitectura del mismo. Un buen ejemplo de como cuando un pueblo se implica puede hacerlo mucho mejor que cualquier organizador. Con sus calles adornadas con guirnaldas de hojas de laurel, sus recreaciones de combates y su buen ambiente fiesta cien por cien recomendable para todos. Eso si: pasamos un calor horrible y nos tocó estar todo el día al sol y con viento, pero hicimos una buena feria y lo pasamos la mar de bien.
Así que ya veis, viajando y viendo mundo, que desde que nos hicimos con la furgoneta la hemos ido acondicionando poco a poco y ahora es una auténtica camper, lo que nos permite movernos con mucha comodidad. Se ha convertido en nuestra segunda vivienda para los fines de semana y hemos hecho realidad un sueño de nuestra juventud. A veces las cosas llegan cuando menos te lo esperas.


¿Os he enseñado mi taller ? La verdad, no lo recuerdo, pero esta semana tan viajera os dejo un rinconcito del lugar donde paso mas tiempo cuando no estoy de ferias y que suelo tener lleno de telas, recortes, pinturas, hilos y muchas veces hasta nietos.





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