Ya estoy otra vez aquí.
Me he propuesto escribir algo cada semana. A ver durante cuanto tiempo es posible.
Poner este cuaderno al día con todas las peripecias que hemos vivido desde mayo hasta aquí va a ser un poco complicado, pero lo intentaré.
Por que fue llegar Semana Santa y comenzar la vorágine de ferias: Berbegal, en la que montamos lloviendo y de los sesenta artesanos al final solo quedábamos veinte, pero la gente fue agradecida con los valientes que aguantamos el aguacero, nos obsequiaron con una comida con un delicioso cordero y por la tarde paseamos por el bonito pueblo bajo el sol que decidió asomar por fin.
Una de las cosas mas agradecidas de hacer ferias es ir descubriendo semana a semana los diferentes pueblos y paisajes de esta tierra y ahora ya también los de las tierras vecinas. Hemos descubierto lugares maravillosos que desconocíamos y uno de esos sitios con encanto fue Berbegal. Ahora nos llaman para que volvamos. Por supuesto que volveremos!
Santa Eulalia de Gállego, para nosotros Santolaria, unos de los primeros lugares en los que me inicié en esta etapa feriante, siempre bien recibidos en este pueblo cercano y amable, que con sus poquitos habitantes hacen tanto aprecio de mis camisetas y que siempre que montan un a feria o mercado cuentan conmigo.Por cierto, que Santolaria presenta una vista impresionante de los mallos de Riglos y del río Gállego.
Boltaña, una sorpresa, una dura batalla por conseguir un lugar donde montar nuestro puesto, un maravilloso día de sol y trabajo en el pirineo que ha conseguido esta en la lista de mis favoritas.Una de las ferias en las que llegamos a pensar que nos habíamos confundido de sitio, con nuestra bonita parada artesana en medio de puestos abarrotados de bolsos, batas y ropa interior que más bien eran dignos de el mercadillo semanal de cualquier pueblo, Gracias a Julia que nos hizo un hueco e insistió en que no nos moviéramos de allí, hicimos una buena feria.
Y llego Alcañiz inesperada, una llamada de última hora, precioso mercado medieval en un marco impresionante de su casco antiguo, buena organización e inmejorable su atención hacia nosotros que algo de lo que muchos organizadores profesionales suelen carecer, les doy mi diez y resultó un gran éxito de público y de ventas, al que este año ya estamos invitados a volver.
Ya casi puestos en el mes de mayo, me vi obligada a suspender un par de cosas por problemas de salud y por necesidad de reponer género, ya que tras el parón invernal me cogió un poco desprevenida esa serie de buenas ferias que me dejaron algo destallada, cosa que llevo muy mal.
Así que este año he decidido no salir hasta marzo y dedicarme a prepararme bien para esta temporada.
Para terminar por hoy explicar que aunque quizá mis aventuras feriantes no le interesen a mucha gente, ya desde el inicio de este blog quise plantearlo como una especie de diario personal o cuaderno de bitácora, así que me viene muy bien para refrescar la memoria y revivir momentos especiales de este trabajo mío que me hace recorrer pueblos y ciudades. Como anticipo decir que este año hasta nos aventuramos a ir al sur, hasta Jaén.
Pero eso ya es otra historia.
Hoy refrescaremos la memoria con otro de mís clásicos, los Tres Cerditos, que ha sido una de las camisetas elegidas para los proyectos que he presentado para la obtención de mi carné de artesana, del que dispondré en breves.
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