Por si no lo sabeís, me voy ha hacer ferianta. Si, si, así como suena, ferianta a mis añitos, con las maletas a cuestas, las camisetas en la bolsa y todos mis bártulos bien empaquetados. Y es que el que no se arriesga, no gana y yo tengo ganas e ilusión para seguir emprendiendo como lo he hecho toda mi vida. Así que aquí me teneís, liada no, liadísima con todo lo que eso conlleva. Mañana me voy al pueblo, que es donde tengo montado mi taller dispuesta a trabajar como una cosaca toda la semana. Por cierto que no os he hablado de "mi" pueblo de adopción. Es un pueblo pequeñito del prepirineo aragones, al ladito de Loarre (eso siempre lo digo por que todo el mundo lo conoce por su precioso castillo) , donde viven durante todo el año alrededor de cien personas, muy buena gente por cierto, y muy animados a colaborar en todos los proyectos para que el pueblo salga adelante. Gracias a esa colaboración disfrutamos de piscina, bar , local social y hasta guardería en verano, por que en verano hay un montón de niños. Y bueno, allí fue mi inicio en los mercadillos.
Bueno, pues este pueblecito es parte de la fuente de mi inspiración, con sus campos verdes, sus almendros en flor, sus ovejitas y su preciosa sierra, por la que me gusta dar largos paseos y que este año con tanta lluvia (que ya esta bien , que vamos a parecer ranas) esta verde verdísima.
Pues eso, que me hago ferianta y que ya os iré diciendo fechas y lugares por si queréis venir a verme. De momento las proximas son en Zaragoza y cuando tenga más detalles os lo comunicaré.
Aprovecho para dar las gracias a todos los que me seguís ya que me aportáis ilusión para ir cada día un poco más allá.
No hay comentarios:
Publicar un comentario